Memoria de Sostenibilidad
2019
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Todos los estudios hídricos y ordenamiento de recursos hídricos
ya sean para abastecimiento o para riego llevan asociados los
pertinentes estudios de impacto ambiental que minimizan los im-
pactos directos e indirectos en las zonas y regiones beneficiarias.
El proyecto de la
“Escuela Nacional de Irrigación Parcelaria en
Ecuador”
, promueve la gestión del conocimiento en diseño y
gestión sostenible del riego en parcela con cobertura nacional.
El impacto económico sobre los agricultores de regadío en aho-
rro de agua y energía, como beneficiarios indirectos de la gestión
del conocimiento del regadío del país es indudable al igual que
el beneficio medioambiental de dicha gestión eficiente del agua
para riego.
El proyecto de
“Mejora de las condiciones de vida de los pesca-
dores en Mauritania”
, tiene un impacto en un sector estratégico
para el país que genera el 30 % de los nuevos puestos de trabajo
y un número significativo de empleos indirectos de la pesca arte-
sanal están ocupados por mujeres.
El Grupo Tragsa genera una actividad económica en los países
en los que actúa con la implementación y contrataciones de los
recursos necesarios para la ejecución de los proyectos y a través
de sus oficinas y establecimientos permanentes generando la
contratación de servicios locales horizontales de gestión admi-
nistrativa, contable y fiscal así como la contratación de personal
tanto administrativo como técnico y servicios especializados, fa-
voreciendo igualmente el intercambio de conocimientos y expe-
riencias internacional y el desarrollo económico de los entornos
donde el Grupo implementa sus proyectos.
Ninguno de los centros de operaciones desde los que el Grupo
Tragsa impulsa su actividad en el extranjero representa impactos
negativos significativos, potenciales o reales, sobre las comuni-
dades locales. Además, las actuaciones incorporan, en su fase de
diseño, la tarea de analizar el factor negativo como elemento fun-
damental en la toma de decisiones. De manera complementaria
el seguimiento de la ejecución incluye distintos procedimientos
que fomentan la participación lo que minimiza o incluso anula el
impacto negativo que la actuación pudiera desarrollar.
Participación de la comunidad local
Desde la creación de la Unidad Internacional de Grupo, las actua-
ciones desarrolladas en este ámbito recogen en las fases iniciales
de los proyectos el compromiso social y ambiental de la corpora-
ción. Esta previsión asegura la minimización de los impactos ne-
gativos tanto en términos socio-económicos como ambientales y
el cálculo del potencial de las acciones emprendidas.
Para ello, la evaluación y seguimiento de los procesos incorpora
elementos de análisis vinculados a la perspectiva de género, la
participación ciudadana, el empleo directo e indirecto, o la finan-
ciación a futuro, desde una dimensión técnico-social; así como
un completo y exigente sistema de calidad y gestión medioam-
biental, que se complementa con una evaluación continua lo que
permite la corrección de impactos en tiempo real y favorece una
correcta implementación del mismo.
En conjunto, la totalidad de los centros operativos del Grupo desde
los que se impulsan y coordinan los proyectos a ejecutar recogen
las dinámicas señaladas a través de los programas de desarrollo,
las evaluaciones de impacto y la participación de la comunidad
local que conforman algunos de los indicadores de medición del
impacto de la acción emprendida, los cuales resultan de la aplica-
ción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Estos procesos se implantan con carácter general pero siempre en
función de la tipología de cada actuación. En la mayor parte de los
casos las actividades y relación con las comunidades locales viene
recogidas en los encargos siguiendo las directrices del marco ló-
gico con el que se han formulado los proyectos de cooperación y
dichas actividades se realizan coordinadas y dirigidas por los di-
rectores de los encargos.