Previous Page  250 / 282 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 250 / 282 Next Page
Page Background

250

Informe Anual 2018

una utilización bajo criterios sostenibles y una mayor seguridad que propicia el

fortalecimiento de la capacidad de adaptación de las comunidades receptoras

ante fenómenos como el cambio climático, este es el caso de la actividad de-

sarrollada en Colombia y en los demás países beneficiarios del Fondo de Coo-

peración para Agua y Saneamiento (FCAS) como Honduras, Panamá o México,

entre otros.

Proyectos vinculados a la ordenación territorial y la gestión del suelo tienen

clara repercusión sobre la actividad económica de las zonas objeto de actua-

ción, al proporcionar marcos legales mejor definidos que favorecen la llegada

de inversión y dinamizan los flujos ya establecidos. Consecuentemente, se

propician mejores condiciones para la incorporación de tejidos tradicional-

mente excluidos, en un marco de nuevas oportunidades y de mejor defini-

ción de los servicios que estos necesitan.

Por otra parte cabe señalar que ninguno de los centros de operaciones des-

de los que el Grupo Tragsa impulsa su actividad en el extranjero representa

impactos negativos significativos, potenciales o reales, sobre las comunida-

des locales. Por norma, en la acción exterior las actuaciones incorporan ya

su fase de diseño, siguiendo el enfoque de marco lógico la tarea de analizar

el factor negativo como elemento fundamental en la toma de decisiones,

planteando según una metodología de identificación participativa las po-

sibles hipótesis negativas y/o letales a que se deben contemplar en la de-

finición de los proyectos. De manera complementaria el seguimiento de la

ejecución incluye distintos procedimientos que fomentan la participación

lo que minimiza o incluso anula el impacto negativo que la actuación pu-

diera desarrollar.

Participación de la comunidad local

Desde la creación de la Unidad Internacional de Grupo, las actuaciones de-

sarrolladas en este ámbito recogen en las fases iniciales de los proyectos el

compromiso social y ambiental de la corporación. Esta previsión asegura la

minimización de los impactos negativos tanto en términos socio-económi-

cos como ambientales y el cálculo del potencial de las acciones emprendidas.

Para ello, la evaluación y seguimiento de los procesos incorpora elementos

de análisis vinculados a la perspectiva de género, la participación ciudadana,

el empleo directo e indirecto, o la financiación a futuro, desde una dimensión

técnico-social; así como un completo y exigente sistema de calidad y gestión

medioambiental, que se complementa con una evaluación continua lo que

permite la corrección de impactos en tiempo real y favorece una correcta

implementación del mismo.

En conjunto, la totalidad de los centros operativos del Grupo desde los que

se impulsan y coordinan los proyectos a ejecutar recogen las dinámicas seña-

ladas a través de los programas de desarrollo, las evaluaciones de impacto y

la participación de la comunidad local que conforman algunos de los indica-

dores de medición del impacto de la acción emprendida, los cuales resultan

de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos procesos se

implantan con carácter general pero siempre en función de la tipología de

cada actuación.

Como ejemplo, en la actuación desarrollada en Costa Rica antes citada, co-

rrespondiente al Diseño del Proyecto de Mejoramiento de las condiciones

de visitación turística, empleabilidad y conservación de las Áreas Silvestres

Protegidas del Pacífico Sur, desde la fase de anteproyecto, se han realizado

reuniones con las diferentes comunidades locales afectadas para explicarles

el proyecto, y hacerles partícipes de las decisiones de diseño a desarrollar

posteriormente. Esto ha supuesto una validación social de los pilares básicos

del diseño, que permite desarrollar un proyecto constructivo posterior con

más garantías de éxito.